Incendio consumió durante ocho horas una bodega de materiales reciclables
Tres máquinas de bomberos tuvieron que contener la conflagración
Sobre la calle 33, entre carreras 36 y 38, corría un agua negra mezclada con cenizas y residuos de plástico chamuscado, en la mañana de este viernes. En la entrada de la Fundación Recicladora Furec, dos hombres armados de escobas cepillaban el piso de cemento. Coordinadamente sacaban el líquido oscuro a través de la hoja entreabierta de un portón azul.
Otros dos hombres van sacando objetos y los van depositando en el suelo. Los últimos rastros de humo se van dispersando y apuraban su labor para terminar rápido e irse a almorzar.
En la entrada había una serie de artículos a medio incinerar: cajas de cartón, botellas plásticas de gaseosa, sacos que guardaban papel, bombillos de luces alógenas, varillas retorcidas, troncos calcinados y abanicos descascarados, entre otros.
A las ocho de la noche, todos esos materiales estaban perfectamente acomodados dentro de la bodega del barrio San Roque cuando inició un incendio. Aún se desconoce la causa de la conflagración, pero se sabe que debido a materiales como papel, tela, cartón y plástico, el fuego se propagó rápidamente por el local de unos 225 metros cuadrados.
Tres máquinas de bomberos tuvieron que acudir a controlar las llamas, para evitar que se pasara a otras viviendas del sector. Hasta las 4:30 de la madrugada estuvieron La llamarada fue tan alta que debilitó los cimientos del techo, a unos cinco metros del suelo, y la mitad terminó por desplomarse.
La rápida acción de los uniformados evitó que se consumiera toda la bodega, salvando la mitad de los materiales, lo que dejó las pérdidas materiales en unos 30 millones de pesos, según el propietario, Luis Hernández. El calor tan fuerte impidió que abrieran el portón azul, por lo que se vieron en la obligación de romper una pared para poder ingresar las mangueras y sofocar el incendio.
No se presentaron heridos, ya que los cinco trabajadores de la recicladora habían abandonado el lugar a las seis de la tarde, cuando terminaron sus labores. Hernández contó que la fundación lleva 10 años de estar realizando su labor y no sabe que pudo haber sucedido, porque nunca habían pasado por una catástrofe como la de anoche. Están a la espera de que la investigación adelantada por los bomberos les diga qué pudo haber pasado.
Mientras se esclarece la situación, el dueño de la fundación aseguró que continuarán trabajando para recuperar lo que han perdido. Aunque muchos puedan considerar basura los objetos que se quemaron, para Hernández y sus trabajadores son 'tesoros' que les daban el sustento diario, y ahora tendrán que salir a las calles a recuperar lo que el fuego les quitó.